El ácido hialurónico es un polisacárido del tipo glucosaminoglucano. La ventaja que presenta este ácido es que no es silicona, no es nocivo para la salud. Es un ázucar denso, que superhidrata al colocarlo debajo de la dermis y que ayuda a la formación de una capa de colágeno cuyo efecto es la desaparición de la arruga, este material es reabsorbido por el cuerpo con el tiempo.
Este material se coloca en la zona de los nasogenianos(las arrugas que va de la parte inferior de las fosas nasales hasta el labio superior) y es para el tratamiento del código de barras(arrugas en los labios).
Funciones del ácido hialurónico en Odontología
El ácido hialurónico está presente de manera natural en el organismo. Podemos encontrarlo especialmente en la mucosa oral y en las encías. Son muchas sus aplicaciones en tratamientos odontológicos. Algunos de sus usos principales son los siguientes:
- Favorece la regeneración tisular de encías y mucosa bucal.
- Mejora la disfunción de la articulación temporomandibular.
- Agiliza el proceso de cicatrización de las heridas.
- Ayuda a la regeneración de tejido de una encía sana.
- Reduce la inflamación que conduce al sangrado.
- Contribuye como tratamiento alternativo en personas con pérdida de masa ósea facial.
Funciones del ácido hialurónico en Estética facial
El ácido hialurónico sirve para mejorar la apariencia de nuestra piel, otorgándole hidratación y elasticidad. Facilita la eliminación de arrugas y mejora el tono facial. Además, es utilizado como relleno para aportar volumen a labios y pómulos.
Al tratarse de una sustancia corporal, con el paso del tiempo es absorbida por el organismo sin provocar ningún efecto secundario, transformándose en agua y dióxido de carbono.